...La Meta Final...

Y nuestro Objetivo hoy

Este espacio ha sido diseñado para contribuir con la diseminación de La Luz y enseñanzas de Jesucristo como Dios único y verdadero a través de las informaciones provistas para este fin, de nuestros amigos celestiales, los Arcángeles y Ángeles de Dios.

En la labor de acercarnos a Dios de una manera sencilla y práctica, a través de sus mensajes. En los cuales contamos con directrices que nos muestran el camino para equilibrarnos en cuatro aspectos principales:

Material, Físico, Emocional y sobre todo Espiritual, con el fin de que podamos generar a lo largo de nuestra vida en la tierra, la mayor cantidad consciente de obras santificantes y así poder encontrarnos con él mismo Jesús y seguir su Camino, llevando su Verdad y teniendo la vida plena que él mismo desea que experimentemos cada día.

Hasta que Él, nuestro más fiel amigo, maestro, protector, guía y Dios, nos reciba en su Reino infinito de Luz y poder disfrutar todas las bondades de su maravilloso Reino.

Roy el Mensajero de los Ángeles

RECOMENDACIONES

Son los lineamientos que los Arcángeles y Ángeles de Dios nos han dado y que son ATEMPORALES, es decir, siempre tiene vigencia en nuestro presente, en nuestro diario vivir y las puedes ver descritas en las secciones: “Quiénes son los Ángeles Guardianes” y “En qué te ayudan y en qué NO te ayudan los Ángeles de Dios

Las conoces a través de la Asesoría individual y privada con Roy el Mensajero de los Ángeles y constituyen una serie de recomendaciones que debes poner en acción en tu vida diaria y que te pondrán en el camino hacia el logro en positivo de tus metas deseadas. FORMALIZA TU CITA AQUÍ.

San ROQUE

 

Roque Santo, así Librad

al pueblo de pestilencia;

pues tenéis tal potestad

de la divina Providencia

 

Pues por vuestra caridad

Sois con Dios tan Poderoso,

Libradnos, Roque Glorioso

en toda necesidad y Pestilencia.

Peregrino y Taumaturgo (persona que tiene poderes para hacer milagros o actos prodigiosos)

 

Patrono de: hospitales, médicos, cirujanos, enfermeros, farmacéuticos, enfermos, agricultores, jardineros, carpinteros, sepultureros y prisioneros. Protector contra las pestes, el cólera, la rabia, accidentes, y dolores de pie, piernas y rodillas. 

 

Este santo se ha hecho famoso en el mundo por los grandes favores que consigue a favor de pobres y enfermos. Su popularidad ha sido verdaderamente extraordinaria cuando a pueblos o regiones han llegado pestes o epidemias, porque consigue librar de la enfermedad y del contagio a muchísimos de los que se encomiendan a él. Con toda Seguridad él pueda, en el Nombre de Dios, librarnos de epidemias peligrosas.

Fiesta el 16 de Agosto

San Roque nació en Montpellier, de una familia sumamente rica. Muertos sus padres, él vendió todas sus posesiones, repartió el dinero entre los pobres y se fue como un pobre peregrino hacia Roma a visitar santuarios.

 

Y en ese tiempo estalló la peste de tifo y las gentes se morían por montones por todas partes. Roque se dedicó entonces a atender a los más abandonados. A muchos logró conseguirles la curación con solo hacerles la señal de la Santa Cruz sobre su frente. A muchísimos ayudó a bien morir, y él mismo les hacía la sepultura, porque nadie se atrevía a acercárseles por temor al contagio. Con todos practicaba la más exquisita caridad. Así llegó hasta Roma, y en esa ciudad se dedicó a atender a los más peligrosos de los apestados. La gente decía al verlo: “Ahí va el santo”.

 

Y un día, mientras atendía a un enfermo grave, se sintió también él contagiado de la enfermedad. Su cuerpo se llenó de manchas negras y de úlceras. Para no ser molesto a nadie, se retiró a un bosque solitario, y en el sitio donde él se refugió, ahí, gracias a la intervención Divina, nació un aljibe de agua cristalina, con la cual se refrescaba.

 

Y sucedió que un perro de una casa importante de la ciudad empezó a tomar cada día un pan de la mesa de su amo e irse al bosque a llevárselo a Roque. Después de varios días de repetirse el hecho, al dueño le entró curiosidad, y siguió los pasos del perro, hasta que encontró a Roque llaguiento, en el bosque. Entonces se lo llevó a su casa, propiciándole cuidados higiénicos y más comodidad, y gracias a su fortaleza física inherente a su Gran fuerza Espiritual, se curó de sus llagas y enfermedades.

 

Apenas se sintió curado, dispuso el santo volver a su ciudad de Montpellier. Pero al llegar a la ciudad, que estaba en guerra, los militares lo confundieron con un espía y lo encarcelaron. Y así estuvo 5 años en la prisión, consolando a los demás prisioneros y ofreciendo sus penas y humillaciones por la salvación de las almas. Y murió un 15 de agosto, del año 1378, fiesta de la Asunción de la Virgen Santísima.

Cuenta Croiset en su Año Cristiano que fue el propio carcelero de San Roque el que dio aviso al Gobernador de que una persona extraordinaria estaba presa en uno de sus calabozos.

Despreció el Gobernador la relación, tratándola de sueño. Pero esparcida la voz por toda la ciudad de que había un santo en la cárcel, en un instante se halló ésta rodeada de todo el pueblo. Bajó el carcelero al calabozo y luego advirtió la extraordinaria luz que salía por las rendijas de la puerta. Ábrela y encuentra al santo tendido en tierra, que acababa de entregar el alma a su Creador, y tenía a su cabecera una lámpara encendida y a los lados una tablilla en que estaban escritas estas palabras: 

Los que tocados de la peste invocaran a mi siervo Roque, se librarán por su intercesión de esta cruel enfermedad”.