Los Ángeles Guardianes

Los Ángeles Guardianes son esos Seres maravillosos que Dios crea en y de su Providencia infinita.

 

Es en esta suprema sabiduría de Dios donde nace la Guardia protectora y directora de cada corriente de vida humana. 

Los Ángeles de Dios Custodios ejecutan sus acciones en todas las llamas y en todos los Cielos. Aunque su fuente de procedencia o sede donde habitan y centran sus actividades es el Noveno Cielo. 

Laboran con el ser humano, vigilando su crecimiento, materia y sobre todo Espiritual, protegiéndolo a lo largo de sus vidas en la tierra, hasta que finalmente se enrumbe en el camino de la Luz, es decir, evoluciona, se Ilumina.

 

Vocación por Amor

Son los ángeles de Dios custodios, los que VOLUNTARIAMENTE se entregan en su amoroso y abnegado servicio, desde que tocamos la tierra en la primera encarnación, acompañándonos en el recorrido en ella y hasta la última experiencia de vida humana; para vigilar, proteger y defender a su pupilo (cada alma en evolución en la tierra) a lo largo de su crecimiento material y sobre todo espiritual, hasta que finalmente uno se pueda enrumbar en el camino de la luz y el progreso en positivo, es decir, evoluciona, se ilumina. Y para poder efectuar su servicio, este Ser maravilloso, cuenta con la facultad de actuar y moverse a través de todas las fuentes de energía divina en cada una de las llamas que irradian al planeta y en todos los cielos que constituyen la Bóveda celeste.

¿Cómo pueden ayudarnos?

Estos amigos inseparables y leales que nos acompaña en cada instante de nuestras vidas, solo pueden ayudarnos cuando nos abrimos al bien, conscientes o no, a través de las obras de Amor puro, aprovechando esa apertura para darnos más luz a la conciencia, lo sepamos o no, e inspirarnos lo más grandemente que les permita la Ley Divina y así realizar el que permanezcamos en esa sintonía positiva por el mayor tiempo que nosotros decidamos permanecer en ella, con la finalidad de producir la mayor cantidad de obras santificantes y hasta que nos anclemos en ese obrar definitiva y constantemente.

Es por esto que cuando damos nuestra más sincera y espontánea autorización, para que entren en nuestra vida, estamos maximizando conscientemente la inmensa ayuda que podemos recibir para alcanzar el logro de nuestros objetivos en positivos y enrumbarnos en el camino del crecimiento y la evolución verdadera de nuestro Ser.